Made in Slow es una plataforma española creada con la intención de recuperar y preservar el rico patrimonio y los valores tradicionales que tienen dificultades para mantenerse vivos. Queremos ser vehículo para transmitir el conocimiento de las personas y los productos de nuestra cultura. Con ello, a través de un enfoque innovador, desde Made in Slow recuperamos y damos valor añadido a una cuidada selección de productos hechos con alma.
Quiénes somos
Porque cada historia cuenta
Misión
Filosofía
Garantizar la transparencia de los procesos es una parte muy importante de nuestros proyectos, por lo que damos especial relevancia al sistema de trazabilidad. El seguimiento directo de todas las fases de producción nos permite identificar cada materia prima con su procedencia y procesos de transformación. Para hacerlo posible, unimos tradición y últimas tecnologías mediante los códigos QR.
De este modo, el usuario final tiene la posibilidad de conectar con las actividades tradicionales, los productores, los artesanos y los valores patrimoniales que su consumo contribuye a preservar.
Nuestra gran visión
Queremos definir proyectos viables sobre las actividades tradicionales españolas basados en criterios de sostenibilidad económica, social y ambiental, al tiempo que difundir nuestra diversidad cultural y repercutir económicamente el consumo de los productos en el origen para la mejora, la recuperación y el desarrollo de cada actividad sobre la que se realizan los proyectos.
Sobre su fundador
Alberto Díaz es el director-fundador de Made in Slow, la persona tras la idea de unir el mundo de la moda y las actividades tradicionales españolas tomando como base criterios de sostenibilidad económica, social y ambiental.
Nace en una familia cuyo padre, de origen leonés, tenía una fábrica de géneros de punto y cuya madre, de origen manchego, fue la primera persona que le habló de la trashumancia, narrándole historias de cuando ella era niña y cuidaba el rebaño familiar.
Inicia su trayectoria profesional reciclando los paños que se desechaban en la fábrica de su padre, y otras similares de la provincia, para convertirlos en prendas infantiles, dando así sus primeros pasos en el mundo de la moda. Tiene claro que esta es su pasión, así que decide independizarse y crear su propia fábrica, con la que atraviesa por diferentes etapas.
Comienza confeccionando camisetas, sudaderas, pantalones y prendas de abrigo para pequeños comercios y mayoristas. Años más tarde, trabaja con distintas firmas de El Corte Inglés y Pull & Bear. Desde 1999, se centra en la producción de prendas de punto de forma industrial. Crea su propia línea y realiza también colecciones para Yera, Amitie, Esfera, Cortefiel, PdH, Custo Barcelona, Ángel Schlesser y El Ganso, por citar solo algunos.
En 2008 y en plena crisis, se ve obligado a cerrar su empresa, pero aprovecha toda la sabiduría, la experiencia y el reconocimiento a la calidad de su trabajo acumulados en el sector textil para reinventarse. Decide trabajar como freelance desarrollando colecciones de punto para distintas marcas: Desigual, Blanco, Emidio Tucci, Ecoalf y Lefties, entre otros, apoyándose en distintos centros de producción españoles.
Polifacético, inquieto y autodidacta, Alberto es también un espíritu creativo. Seducido desde siempre por la interpretación, en los noventa se forma como actor en la Escuela de Arte Dramático de León. Desde entonces, compagina su labor profesional con la de actor, participando en distintos montajes teatrales y cinematográficos. Ha escrito varias obras y formado su propia compañía de teatro aficionado, La Submarina.
En 2012, escribe y dirige el cortometraje Placeres olvidados para La Somoza Bar Gastronómico. Partiendo de esta experiencia, surge la idea de realizar una película sobre la trashumancia, lo que le permite conocer la dura situación en la que se encuentra esta actividad. Dos años más tarde, convencido de que existe otra manera de interpretar la moda y rindiendo homenaje a su abuelo Gabino Díaz, pastor trashumante, funda Made in Slow.